miércoles, 10 de noviembre de 2010

Estimulacion temprana de niños con sindrome de down

Los bebés con síndrome de down tienen a ser más lentos en el aprendizaje y en entender lo que le pides. Por eso debes armarte de paciencia y explicarle tranquilamente lo que quieres hacer.
Por ejemplo, si se trata de un juego de memoria donde tú le enseñas una imagen y él o ella ha de buscar otra igual entre un grupo de cartas, has de explicarle, o incluso hacer los primeros juegos con él o ella de modo que vaya entendiendo el objetivo del juego y su mente vaya reaccionando a ese estímulo visual que se le está pidiendo.
Uno de los “puntos débiles” de los bebés con síndrome de down es su aspecto físico, es decir, para ellos les cuesta más aprender a andar, a sentarse, etc. que a un niño normal. Pero, en muchas ocasiones, eso se puede remediar si pones empeño y fortaleces a tu bebé.
Muchos lo que les pasa es que parece como si no tuvieran fuerzas en suspiernaspara mantener todo su cuerpo. Por eso, hay que fortalecer sus piernas mediante ejercicios (en masajes, en actividad, tumbados, etc.) de modo que su organismo sienta que es capaz de hacerlo.
Estos niños requieren de mucho cariño, quizás porque ellos mismos dan mucho cariño. Sentirse diferente es algo que notan desde pequeños en las caras de otros niños y en las mismas caras de los adultos. Por eso nunca hay que desestimar el poder que el cariño y el amor puede tener y es capaz de lograr.






¿Qué aspecto presenta un niño con síndrome de Down?

Un niño con síndrome de Down puede tener:

  • Ojos inclinados hacia arriba
  • Orejas pequeñas y ligeramente dobladas en la parte superior
  • Boca pequeña, lo que hace que la lengua parezca grande
  • Nariz pequeña y achatada en el entrecejo
  • Cuello corto
  • Manos y pies pequeños
  • Baja tonicidad muscular
  • Baja estatura en la niñez y adultez.

La mayoría de los niños con síndrome de Down presenta algunas de estas características, pero no todas.




¿Cómo puedo ayudar a un bebé con síndrome de Down?
Los niños con Síndrome de Down pueden de­sarrollar una gran capacidad para el aprendizaje. Es conveniente que ingresen lo más pronto posible a un programa de estimulación temprana, a fin de que el bebé tenga un desarrollo satisfactorio de sus potencialidades y logre sentarse, gatear, caminar y hablar con el mínimo de atraso posible. Es importante que la familia acompañe al niño y que ella a su vez cuente con el apoyo de profesionales capacitados y comprometidos. No dude en solicitar ayuda y sobre todo infórmese, hay muchos lugares serios que lo pueden asesorar.



¿Qué problemas de salud pueden tener las personas con síndrome de Down?




Las perspectivas para las personas con síndrome de Down son mucho más alentadoras de lo que solían ser. La mayoría de los problemas de salud asociados con el síndrome de Down puede tratarse y la expectativa de vida es actualmente de unos 60 años.2 Las personas con síndrome de Down tienen más probabilidades que las personas no afectadas de tener una o más de las siguientes enfermedades:

  • Defectos cardíacos. Aproximadamente la mitad de los bebés con síndrome de Down tiene defectos cardíacos.3 Algunos defectos son de poca importancia y pueden tratarse con medicamentos, pero hay otros que requieren cirugía. Todos los bebés con síndrome de Down deben ser examinados por un cardiólogo pediatra, un médico que se especializa en las enfermedades del corazón de los niños, y realizarse un ecocardiograma (un examen por ultrasonidos especial del corazón) durante los dos primeros meses de vida para permitir el tratamiento de cualquier defecto cardíaco que puedan tener.2,3
  • Defectos intestinales. Aproximadamente el 12 por ciento de los bebés con síndrome de Down nace con malformaciones intestinales que tienen que ser corregidas quirúrgicamente.3
  • Problemas de visión. Más del 60 por ciento de los niños con síndrome de Down tiene problemas de visión, como esotropía (visión cruzada), miopía o hipermetropía y cataratas.3 La vista puede mejorarse con el uso de anteojos, cirugía u otros tratamientos. Los niños con síndrome de Down deben ser examinados por un oftalmólogo pediatra dentro de los primeros seis meses de vida y realizarse exámenes de la vista periódicamente.3
  • Pérdida de la audición. Aproximadamente el 75 por ciento de los niños con síndrome de Down tiene deficiencias auditivas.3 Éstas pueden deberse a la presencia de líquido en el oído medio (que puede ser temporal), a defectos en el oído medio o interno o a ambas cosas.4 Los bebés con síndrome de Down deben ser sometidos a exámenes al nacer y nuevamente durante los primeros meses de vida para detectar la pérdida de audición. También deben ser sometidos a exámenes de audición en forma periódica para permitir el tratamiento de cualquier problema y evitar problemas en el desarrollo del habla y de otras destrezas.3
  • Infecciones. Los niños con síndrome de Down tienden a resfriarse mucho y a tener infecciones de oído y, además, suelen contraer bronquitis y neumonía. Los niños con síndrome de Down deben recibir todas las vacunas infantiles habituales, que ayudan a prevenir algunas de estas infecciones.
  • Problemas de tiroides. Aproximadamente el uno por ciento de los bebés con síndrome de Down nace con hipotiroidismo congénito, una deficiencia de la hormona tiroidea que puede afectar el crecimiento y el desarrollo cerebral.3 El hipotiroidismo congénito puede detectarse mediante pruebas de detección precoz de rutina al neonato y tratarse con dosis orales de hormona tiroidea. Los niños con síndrome de Down también tienen un riesgo mayor de adquirir problemas de tiroides y deben someterse a una prueba anualmente.3
  • Leucemia. Menos de uno de cada 100 niños con síndrome de Down desarrolla leucemia (un cáncer de la sangre).3 Con frecuencia, los niños afectados pueden tratarse con éxito mediante quimioterapia.
  • Pérdida de la memoria. Las personas con síndrome de Down son más propensas que las personas no afectadas a desarrollar la enfermedad de Alzheimer (caracterizada por la pérdida gradual de la memoria, cambios en la personalidad y otros problemas). Los adultos con síndrome de Down suelen desarrollar la enfermedad de Alzheimer antes que las personas no afectadas. Los estudios sugieren que aproximadamente el 25 por ciento de los adultos con síndrome de Down de más de 35 años tiene síntomas de enfermedad de Alzheimer.2
Algunas personas con síndrome de Down presentan varios de estos problemas mientras que otras no presentan ninguno. La gravedad de los problemas varía enormemente.

Cuáles son las causas del síndrome de Down?

Con qué frecuencia se produce el síndrome de Down?





 El síndrome de Down es uno de los defectos de nacimiento genéticos más comunes y afecta a aproximadamente uno de cada 800 bebés (alrededor de 3,400 bebés) cada año en los Estados Unidos.1 Según la Sociedad Nacional del Síndrome de Down (National Down Syndrome Society), en los EE.UU. hay más de 400,000 individuos con síndrome de Down.2

¿Cuáles son las causas del síndrome de Down?








El síndrome de Down es causado por la presencia de material genético extra del cromosoma 21. Los cromosomas son las estructuras celulares que contienen los genes.

Normalmente, cada persona tiene 23 pares de cromosomas, ó 46 en total, y hereda un cromosoma por par del óvulo de la madre y uno del espermatozoide del padre. En situaciones normales, la unión de un óvulo y un espermatozoide da como resultado un óvulo fertilizado con 46 cromosomas.
A veces algo sale mal antes de la fertilización. Un óvulo o un espermatozoide en desarrollo pueden dividirse de manera incorrecta y producir un óvulo o espermatozoide con un cromosoma 21 de más. Cuando este espermatozoide se une con un óvulo o espermatozoide normal, el embrión resultante tiene 47 cromosomas en lugar de 46. El síndrome de Down se conoce como trisomía 21 ya que los individuos afectados tienen tres cromosomas 21 en lugar de dos. Este tipo de accidente en la división celular produce aproximadamente el 95 por ciento de los casos de síndrome de Down.3
Ocasionalmente, antes de la fertilización, una parte del cromosoma 21 se desprende durante la división celular y se adhiere a otro cromosoma dentro del óvulo o del esperma. El embrión resultante puede tener lo que se conoce como síndrome de Down con translocación. Las personas afectadas tienen dos copias normales del cromosoma 21 más material de cromosoma 21 adicional adherido a otro cromosoma. Este tipo de accidente en la división celular es responsable de aproximadamente el tres al cuatro por ciento de los casos de síndrome de Down.3 En algunos casos, el padre o la madre tiene una redistribución del cromosoma 21, llamada translocación equilibrada, que no afecta su salud.
Aproximadamente del uno al dos por ciento de las personas tiene una forma del síndrome de Down llamada síndrome de Down en mosaico.3 En este caso, el accidente en la división celular tiene lugar después de la fertilización. Las personas afectadas tienen algunas células con un cromosoma 21 adicional y otras con la cantidad normal.

NIÑOS CON SINDROME DE DOWN

El síndrome de Down (SD) es un trastorno genetico causado por la presencia de una copia extra del cromosoma 21 (o una parte del mismo), en vez de los dos habituales (trisomía del par 21), caracterizado por la presencia de un grado variable de retraso mental y unos rasgos físicos peculiares que le dan un aspecto reconocible. Es la causa más frecuente de discapacidad psíquica congénita[1] y debe su nombre a John Langdon Haydon Down que fue el primero en describir esta alteración genética en 1866, aunque nunca llegó a descubrir las causas que la producían. En julio de 1958 un joven investigador llamado Jérôme Lejeune descubrió que el síndrome es una alteración en el mencionado par de cromosomas.


No se conocen con exactitud las causas que provocan el exceso cromosómico, aunque se relaciona estadísticamente con una edad materna superior a los 35 años. Las personas con Síndrome de Down tienen una probabilidad algo superior a la de la población general de padecer algunas patologías, especialmente de corazón, sistema digestivo y sistema endocrino, debido al exceso de proteínas sintetizadas por el cromosoma de más. Los avances actuales en el descifrado del genoma humano están desvelando algunos de los procesos bioquímicos subyacentes al retraso mental, pero en la actualidad no existe ningún tratamiento farmacológico que haya demostrado mejorar las capacidades intelectuales de estas personas.[2] Las terapias de estimulación precoz y el cambio en la mentalidad de la sociedad, por el contrario, sí están suponiendo un cambio cualitativo positivo en sus expectativas vitales.




El síndrome de Down es un defecto del desarrollo que se produce en el momento de la concepción. Cada 600 nacimientos nace un niño con este síndrome y, si bien la edad materna avanzada aumenta el riesgo, cualquier persona puede tener un hijo con el síndrome. El desarrollo de un bebé con síndrome de Down estará algo retrasado con respecto al resto de los niños, pero como ocurre con cualquier recién nacido, no es posible predecir cual será el grado de desarrollo.
 
¿Qué es lo que causa que una persona presente el Síndrome de Down?
En el núcleo de cada célula de los seres humanos  hay 46 cromosomas, 23 provienen de la madre (óvulo) y 23 del padre (espermatozoide). En el caso del síndrome de Down, así como en el de otros síndromes menos frecuentes, la célula germinal de uno de los padres (óvulo o espermatozoide) en lu­   gar de aportar 23 cromosomas, aporta 24, resul­tando un bebé con 47 cromosomas (24 provenientes de uno de los padres y 23 del otro). Si este cromoso­ma excedente es un 21, ese bebé tendrá tres cromo­somas 21 en lugar de dos, y por lo tanto presentará el síndrome de Down.
 
¿Cómo se diagnostica el síndrome?
El pediatra reconoce fácilmente al síndrome por el conjunto de rasgos físicos que presenta el recién nacido. Si por algún motivo existiera alguna duda, el médico puede solicitar un estudio llamado cariotipo, en el que se detecta la presencia del cromosoma 21 de más. El estudio del cariotipo permite además pronosticar el riesgo de repetición del síndrome en la familia.




¿Qué es el síndrome de Down?







.